PROGRAMADORA DE LA BERLINALE VISITÓ MONTEVIDEO Y COMPARTIÓ ESTRATEGIAS DE INSERCIÓN GLOBAL PARA EL SECTOR AUDIOVISUAL

Fecha de publicación: 30/04/2025

Con el objetivo de profundizar la inserción internacional del sector audiovisual, Uruguay XXI —a través de su área de Promoción de Exportaciones— facilitó la visita de la programadora y curadora de cine portuguesa Ana David en el marco del 43° Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay. Esta iniciativa se inscribió en una estrategia más amplia de la agencia para acompañar a las industrias creativas en su camino hacia los mercados globales.

Como antesala a una presentación de la experta, la especialista en Industrias Creativas de Uruguay XXI, Omaira Rodríguez, destacó la relevancia de estas instancias. “Sabemos que los festivales no son solo espacios de exhibición, son verdaderas plataformas para que nuestras producciones ganen visibilidad internacional, accedan a nuevos mercados y construyan conexiones valiosas”, señaló.

David participó como jurado de cortometrajes en el festival y ofreció una conferencia en la sede de Cinemateca titulada ¿Cómo acercarse al circuito de festivales?, en la que compartió recomendaciones y experiencias acumuladas a lo largo de una trayectoria destacada en festivales como la Berlinale y el madrileño Márgenes, así como en su rol como miembro activa de la European Film Academy.

Una conferencia para desmitificar

En su exposición, David se propuso romper prejuicios sobre la figura del programador. “Los buenos programadores son admiradores del trabajo de los directores”, argumentó y destacó la  generosidad y el intercambio como pilares de la comunidad cinematográfica. Reafirmó que, aunque los festivales son plataformas clave, "el cine no se hace principalmente para festivales, sino por una necesidad artística".

En cuanto a estrategias concretas, abordó la opción de trabajar con agentes de ventas, especialmente útiles para cortometrajes. También propuso la vía de inscripción directa, para la cual es vital conocer los criterios de elegibilidad de cada festival, incluyendo año de producción y requisitos de estreno. Aconsejó diseñar una estrategia de envío, apuntando inicialmente a festivales de clase A como Cannes, Venecia, Berlín y Toronto, entre otros, pero teniendo siempre en paralelo otra alternativa relevante para su obra.

Subrayó, además, la importancia de la consulta directa con los festivales en situaciones sensibles. Narró el caso de una película que sus realizadores decidieron retirar de un certamen mayor al confirmarse en otro de menor relevancia, cuando en realidad aún tenía posibilidades reales de ser seleccionada. Para David, perder oportunidades por no hacer preguntas es uno de los errores más comunes y evitables del sector.

También aclaró un punto que suele generar dudas entre realizadores: la influencia de los agentes de ventas en el proceso de selección. Afirmó que todas las películas inscritas en los festivales son vistas por los equipos de programación. No obstante, reconoció que contar con el respaldo de un agente puede aportar un valor añadido al funcionar como una primera validación profesional. Aun así, recordó que muchas películas sin agente logran acceder a festivales internacionales, mientras que otras con agente no lo consiguen.

En el contexto de una industria en constante transformación, con presupuestos acotados y nuevos hábitos de consumo, la programadora recomendó explorar secciones paralelas, circuitos temáticos y herramientas como Festival Scope Pro, además de recurrir a los recursos ofrecidos por institutos de cine de diversos países.

Potencial y desafíos para Uruguay

Durante su estadía, David asistió a la proyección de Perros, la ópera prima del uruguayo Gerardo Minutti, a la que calificó como "una película emotiva, tierna y con muchas capas, con grandes interpretaciones y una sutil descripción de las dinámicas sociales entre las familias de clase media", considerándola desde ya entre sus favoritas del año.

En su rol como jurado, evaluó cortometrajes estudiantiles. "He apreciado profundamente la sencillez y la ternura de la mayoría de ellos, que buscan reflejar un sentimiento o una idea. Me han dejado con un mayor conocimiento de lo que significa ser uruguayo", expresó.

Consultada sobre cómo Uruguay puede mejorar su presencia internacional, David aclaró que producir más es el primer paso para fortalecer una cinematografía nacional. "Mi percepción es que, en primer lugar, tiene que haber más producciones nacionales, más películas uruguayas que cuenten historias desde una perspectiva uruguaya", dijo.

David remarcó que posicionar el cine nacional en el circuito internacional es un proceso de largo aliento que requiere inversión sostenida y una construcción paulatina de experiencia en todas las etapas del ecosistema audiovisual, incluyendo distribución, crítica y promoción.

Entre sus recomendaciones, destacó el valor de las coproducciones con países de América Latina y Europa como vía para sumar capacidades y ampliar redes de contactos. También sugirió participar activamente en mercados internacionales y foros de coproducción, donde se puede establecer contacto con agentes de ventas que funcionan como puente hacia programadores y distribuidores. Reconoció que en la mayoría de los casos no se consigue agente, lo que deja en manos de los productores la exigente tarea de diseñar y ejecutar la estrategia de circulación de sus obras.

Además David mantuvo encuentros con varios realizadores y productores uruguayos que se acercaron para presentarse, pedir asesoramiento o compartir sus planes de postulación a futuras ediciones de festivales como la Berlinale. Su disposición al diálogo y su genuino interés por el cine local dejaron una huella entre los participantes del evento.

La visita de Ana David, impulsada por Uruguay XXI, representó un paso más en la internacionalización del talento nacional. Brindó herramientas concretas, generó nuevos vínculos y aportó una mirada experta que permitirá al cine uruguayo continuar expandiendo sus horizontes en el competitivo escenario global.


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