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“El mercado de la moda uruguayo tiene un factor de unicidad increíble”
Uruguay XXI realizó una nueva ronda de negocios del sector moda que reunió a marcas locales con compradores internacionales y permitió profundizar el vínculo entre diseño, producción y mercados globales
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Durante tres días de diciembre, Uruguay XXI volvió a tender puentes entre la industria local de moda y compradores internacionales en el marco de su estrategia de internacionalización. Desde Canadá, España e Italia llegaron representantes de tiendas multimarca, retailers y plataformas digitales. En total, 37 empresas uruguayas participaron de la ronda de negocios, que incluyó 114 reuniones coordinadas. Noël y Marie Teillard, compradores de La Maison Simons; Eva Folch, fundadora de Folklorious; Ginevra Gozzoli, CEO de Bernardelli Stores; Francesca Molteni, owner de Tessabit; y Guillermo García, representante de The Folklore, formaron parte de una agenda que combinó reuniones uno a uno, un conversatorio abierto a la industria y una inmersión profunda en la cadena de valor de la lana, una de las fibras identitarias del país.
Conocé aquí las marcas uruguayas que participaron
La primera impresión fue compartida. “No pensaba que el mercado fuera tan maduro, creía que las marcas eran mucho más pequeñas y locales”, reconoció Noël Teillard, quien admitió haber llegado a Uruguay con la idea de encontrarse con un mercado emergente. Sin embargo, el recorrido por las colecciones y los encuentros con diseñadores cambiaron rápidamente esa percepción. “La producción de lana, desde los criadores hasta el producto final, es una de las especificidades de Uruguay”, destacó, al señalar que el material representa una fortaleza clara frente a propuestas basadas en fibras sintéticas.


Esa sorpresa se repitió en otras voces. Eva Folch explicó que decidió participar atraída por la posibilidad de conocer marcas de un país que no tenía en su radar. La experiencia, dijo, superó ampliamente sus expectativas. “Me ha parecido un sitio con mucha creatividad, con mucha más industria de la que me esperaba”, afirmó, y destacó el perfil de las marcas locales: “he visto marcas muy enfocadas en la sostenibilidad, con mucho uso de lana, tejidos naturales, mucho tejido de punto y muchas cosas hechas a mano”. Al cierre de la misión, fue enfática. “Recomendaría muchísimo a mis colegas venir a conocer lo que tiene este país para ofrecer” y adelantó que, tras la experiencia, “me encantaría trabajar con algunas de las marcas que he descubierto aquí”.
Montevideo fue el punto de partida, pero el recorrido se expandió hacia el interior del país. El Wool Tour, organizado junto al Secretariado Uruguayo de la Lana, se convirtió en uno de los momentos centrales de la misión. Para Francesca Molteni, la visita fue clave para comprender el valor detrás del producto final. “El wool tour fue muy interesante porque realmente entiendes cómo hacen la lana, cómo es el proceso y la sostenibilidad en relación con el agua y a los animales”, explicó.
Esa experiencia fue compartida por Ginevra Gozzoli, quien puso el acento en el contacto directo con la cadena productiva. “Lo más valioso para mí fue tocar y ver con mis propios ojos todo el proceso, no solo el material final, sino a las personas y a las familias que trabajan detrás”, señaló. Desde su mirada, uno de los principales diferenciales del diseño local es la trazabilidad completa. “Todo está hecho en Uruguay: el diseñador es de aquí, el tejido es de aquí y el material también”, subrayó. A eso se suma, dijo, una propuesta creativa sólida: “los diseños están muy estudiados, se nota investigación y conocimiento del mercado”.


Desde Colombia, Guillermo García aportó una mirada complementaria. Para The Folklore, marketplace norteamericano que conecta marcas independientes con compradores internacionales, Uruguay representa un mercado con un diferencial claro. “El mercado de la moda uruguayo tiene un factor de unicidad increíble”, aseguró. Tras su primera visita al país, destacó también el contexto general: “Uruguay es un país organizado, seguro, con un potencial de negocios increíble”, afirmó, y volvió a remarcar el valor estratégico de la lana local como insumo de calidad y con credenciales de sostenibilidad.
De acuerdo con la especialista del sector Moda de Uruguay XXI, Elisa Schroeder, el intercambio directo entre marcas y compradores es uno de los objetivos centrales de estas misiones desde que la agencia comenzó a impulsarlas en 2015. “Se trata de mostrar, pero también de escuchar, de generar vínculos que trasciendan las rondas de negocios y permitan a las marcas ajustar, mejorar y pensar estratégicamente su expansión”, explicó.
Al cierre de la misión varios compradores confirmaron que avanzarán en selecciones concretas, presentaciones internas y posibles acuerdos comerciales. “Por eso estamos aquí”, resumió Teillard.
En un contexto en el que la moda busca nuevas narrativas, Uruguay apareció como un territorio fértil, no solo por lo que produce, sino por cómo lo produce. Las rondas de negocios volvieron a posicionar a Uruguay como un origen relevante para el diseño y la producción con valor agregado, con una experiencia que permitió a los compradores conocer de primera mano el entramado productivo local, evaluar el potencial de las marcas y abrir nuevas instancias de diálogo comercial.