“Variado y con futuro”: lo que vieron los jurados internacionales sobre la producción audiovisual uruguaya en DETOUR

Con apoyo de Uruguay XXI Josep Prim Armengol y Claudia Bertolino participaron del festival y destacaron la calidad y diversidad del cortometraje uruguayo y su proyección en los circuitos globales
Fecha de publicación: 27/10/2025
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En la 13ª edición del Festival de Cine Nuevo DETOUR, los jurados invitados por Uruguay XXI —el distribuidor español Josep Prim Armengol (Marvin&Wayne) y la distribuidora y agente de ventas argentina Claudia Bertolino (AMASHORT)— dejaron un testimonio en primera persona sobre el presente del cine uruguayo. Ambos coincidieron en la madurez y diversidad del cortometraje local y en la energía de una nueva generación de realizadores que promete futuro.

Josep Prim llegó desde Barcelona con una curiosidad profesional: quería mirar de cerca el cine que se hace en Uruguay. Tras ver decenas de cortometrajes, su conclusión fue contundente. “La calidad es muy buena. Vi obras a la altura de otros países”, afirmó. Lo que más le llamó la atención fue la amplitud del panorama: “Acepté ser jurado justamente para conocer más el cine uruguayo. En pocos días pude tener una imagen amplia y diversa del cortometraje local”.

No encontró una fórmula repetida ni una estética dominante, sino un abanico de voces y narrativas. “No hay una línea única; las historias son muy diferentes entre sí”, señaló. Esa diversidad, explicó, es una fortaleza para la proyección internacional, siempre que vaya acompañada de estrategia. Para Prim, el talento necesita un plan: “Muchos festivales exigen estrenos mundial, internacional o nacional. Postular sin planificación puede perjudicar la carrera de un corto”.

Durante su participación en las rondas de negocios organizadas por Uruguay XXI y Detour, compartió esa mirada con jóvenes directores y productores uruguayos. “Les decía que no se desanimaran si las selecciones no llegaban enseguida. Es una cuestión de números: hay festivales que reciben ocho mil cortos para treinta plazas. Pero con una estrategia clara y el momento justo para estrenar, los proyectos avanzan”, contó.

Como fundador de Marvin&Wayne, distribuidora especializada en cortometrajes con presencia global, Prim valora el contacto directo con las producciones desde sus primeras etapas. “Cada año renovamos nuestro catálogo y buscamos películas desde la postproducción. Nos interesa conocer a los realizadores desde el inicio, ver cómo trabajan. Por eso es importante estar presentes en festivales como DETOUR”, agregó.

Del otro lado del jurado, Claudia Bertolino también llegó a Montevideo invitada por Uruguay XXI. Al frente de AMASHORT, su empresa distribuidora de cortos y documentales, fue responsable de evaluar la categoría estudiantil del festival y de participar en las reuniones con realizadores. “El nivel fue superlativo —contó—. Me impresionó la madurez de las historias y la variedad de enfoques”.

A su juicio, el valor del certamen radica en la mirada que promueve. “El festival premia la visión del director, no la perfección técnica. Hubo mucha originalidad en cómo se contaban y filmaban las historias”, dijo. Bertolino también destacó un cambio que le pareció significativo: “Vi muchos equipos integrados por mujeres, incluso equipos enteros de mujeres en áreas técnicas y creativas. Eso está creciendo y se nota”.

Convencida de que el futuro del audiovisual se gesta en las aulas, la jurado subrayó la importancia del semillero que DETOUR alimenta. “En la industria internacional se mira mucho a las escuelas de cine. En Uruguay vi salas llenas, mentorías con liceos del interior y jóvenes viajando a mostrar sus cortos. Eso es diferencial”, observó.

Desde su experiencia de mercado, Bertolino también percibe una tendencia que favorece la expansión: “Cada vez más proyectos uruguayos se asocian con Bélgica, Alemania, Francia o España. Esa pata internacional ayuda a vender y a posicionar. Cuando los temas son locales pero universales, conectan en cualquier lugar”.

La productora se fue del festival con una sensación optimista. “Hay talento y hay volumen. Me quedaron reuniones pendientes y títulos para seguir online. Quiero armar un paquete de películas uruguayas para salir a vender”, confesó.

Las señales de la 13ª edición de Deotur

El jurado que integró Prim confirmó la amplitud de registros del cine uruguayo. Los premios principales fueron para Buenos modales (Lucía Carmela), ganador del Premio Clermont-Ferrand; Más que el mar (Marindia), reconocido como Mejor Corto Oficial; y Soy una lesbiana de este país (Rocío Llambí), que obtuvo el Premio Experimental.

En el terreno estudiantil que evaluó Bertolino, la cantera mostró su fuerza: Volver a Brasil (Carolina Mejía Balestié) ganó el primer premio terciario; Del otro lado de la zanahoria (Camila Sande), el segundo; y Compendio (Sol Fernández-Prada), el máximo galardón en la categoría secundaria.

Puentes que acercan la industria

Uruguay XXI invitó jurados que además son distribuidores internacionales, con esto la agencia combinó promoción cultural con apoyo para la exportación. Prim y Bertolino no solo deliberaron sobre los premios, también asesoraron a los realizadores locales y abrieron canales para que sus obras encuentren nuevas pantallas.

“Ya tenemos contacto directo con productoras y directores de acá, y nos interesa ver sus próximos proyectos desde temprano”, adelantó Prim. Bertolino coincidió en el diagnóstico: “Lo que está pasando en el documental uruguayo es muy fuerte. Si las historias íntimas siguen hablándole a temas universales y se planifica la ruta internacional, Uruguay va por muy buen camino”.

Con trece ediciones y más de seiscientas obras uruguayas exhibidas, DETOUR reafirma su lugar como punto de encuentro entre creación y oportunidad. Con jurados que miran, asesoran y enlazan; Uruguay XXI colabora en Detour para la expansión de obra uruguaya hacia mercados internacionales. 


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