Identificar la ventaja competitiva, un pilar para consolidar la internacionalización

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La historia de Apiter tiene cierta mística y grandes hitos vinculados a su desarrollo. La investigación en torno al extracto de propóleos ha sido el motor de este emprendimiento familiar, que se ha consolidado fuera de fronteras impulsado por el trabajo y compromiso puesto en la exportación durante la última década.

Fue a comienzos de los años ‘80 que comenzamos a lanzar productos farmacéuticos  a base de propóleos, algo muy novedoso a nivel mundial porque en ese entonces, por fuera de Asia y Europa que consumían el propóleos como suplemento alimenticio desde mucho antes que nosotros, el desarrollo de productos farmacéuticos era casi inexistente.

Una de las primeras líneas de negocio fue la exportación del extracto a Europa. Ese fue el comienzo de un negocio que no ha parado de desarrollarse, que tuvo su primer cliente en Alemania, que se mantiene en la actualidad.

Con el correr de los años se diversificó la matriz de clientes a unos 20 países, con una división por unidad de negocio que abarca el extracto, la línea de productos terminados y desde hace un par de años se incorporó la tercerización de producto, dado que nuestra nueva planta, inaugurada en 2016, nos permite elaborar para terceros, ya sea para clientes locales como extranjeros.

Con el desarrollo de productos terminados se tuvo una experiencia ejemplar a nivel país, fundamentalmente por lo temprano que se alcanzó un principio activo natural instaurado como farmacéutico. Esta rica experiencia durante casi 40 años es uno de nuestros pilares para afrontar el exterior con esta línea de negocio.

Con ventajas competitivas identificadas - calidad, desarrollo técnico e innovación -, y un atento estudio de las tendencias del mercado mundial de productos naturales, construimos nuestra estrategia de los últimos 10 años, con  fuerte foco en la exportación.

Actualmente continuamos con el proceso de expansión. Se está trabajando en varios países y abriendo otros nuevos. En Argentina contamos con una filial propia,  donde también se tiene una perspectiva de expansión importante para los años venideros.

Recientemente, de la mano de Uruguay XXI, estuvimos participando de Foodex, la feria de alimentos y bebidas más grande de Asia. Este tipo de herramientas que brindan ciertos organismos del Estado deben aprovecharse inteligentemente.

Considero que el empresariado que quiere mirar hacia afuera puede y tiene que apoyarse en Uruguay XXI, y con ello obtener y también brindar apoyo para que la institución se enriquezca constantemente, con el trabajo conjunto que realizan los exportadores año a año. Como país tenemos que aprender cómo enfrentar el exterior para ser más competitivos. La internacionalización tiene que ser un plan permanente y a largo plazo. No puede ser considerado como algo puntual, hay que tomar el proceso de internacionalización como algo constante, saber que va a haber fracasos, pero que también se aprende mucho de la experiencia.

Sin dudas el camino de internacionalización es muy duro, hay que adaptarse a cada mercado, pero lo que no cambia son nuestras ventajas, la de tener un producto innovador, con un principio activo que si bien es conocido, no lo es con la calidad farmacéutica que nosotros alcanzamos. En esto basamos nuestra estrategia.

Los desafíos para convertirse en una empresa exportadora son muchos. Es un trabajo arduo, con resultados lentos, pero sin dudas nunca hay que perder a la exportación como norte. Es un proceso medular en la estrategia global de nuestra compañía. Todos en la organización procuramos estar alineados con este frente, sabiendo que el camino es hacia afuera.

Con esta visión, y basados en el valor de nuestra gente, se han podido atacar distintos cambios a nivel de estructura y de procesos en pro del camino trazado. Por un lado en lo que refiere a la gestión con el exterior, pero sumamente importante también en cuanto a los desafíos técnicos que se suscitan en el vínculo con mercados exigentes, los cuales nos elevan como empresa cuando son superados.

Nicolás Cardozo

Director de Apiter

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