El talento de la ilustración uruguaya se destaca en Bologna Children's Book Fair

Por tercer año consecutivo ilustradores uruguayos fueron seleccionados de entre 3.000 por un jurado internacional para ser parte de la exhibición oficial del mayor evento del sector.
Fecha de publicación: 03/05/2020
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En Bologna Children's Book Fair (BCBF) la ilustración tiene un lugar privilegiado. De entre más de 3.000 postulaciones solo 70 acceden a la posibilidad de participar de la exhibición oficial. Y aunque la postulación de ilustradores de todas partes el mundo a esta convocatoria es inmensa, el talento uruguayo logra destacarse.

En la edición de 2020 quien levantará la bandera de Uruguay será Eduardo Sganga. A él lo precedieron en 2018 los ilustradores Fran Cunha y Dani Scharf, y en 2019 Alfredo Soderguit, Sabrina Pérez y Cecilia Rodríguez.

Ilustraciones de Eduardo Sganga.

Desde el lunes 4 y hasta el jueves al 7 de mayo representantes de las editoriales Amanuense y Basilisa y el agente de derechos Jorge Varela, elegidos de forma unánime por un tribunal conformado por representantes de la agencia de promoción de inversiones, exportaciones e imagen país, Uruguay XXI, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Cámara Uruguaya del Libro (CUL) participan del evento a través de una plataforma virtual. Además, 14 autores exhiben su trabajo a través de un catálogo de literatura infantil y juvenil y el catálogo de ilustración del MEC.

Con el objetivo de ampliar la participación y exhibir el talento de más artistas nacionales se conformó un catálogo de oferta exportable que contiene obras de literatura infantil y juvenil uruguaya de autores seleccionados. Los beneficiados en esta modalidad de apoyo son: Amanuense, Natalia Cardozo, Matías Castro, Criatura Editora, Editorial Basilisa, Valentina Echeverría, Nino Fernández, Jorge Matos, María José Pita, Claudia Prezioso, Sebastián Santana, Dani Scharf, Eduardo Sganga y Alfredo Soderguit.

Exitosas experiencias

El ilustrador uruguayo Alfredo Soderguit ya ha participado en dos oportunidades en la BCBF y sus experiencias resultaron muy positivas. En 2017 vendió los derechos de autor de su libro “Soy un animal”, que en sus palabras, puede definirse como un poema. El año pasado logró concretar la venta de derechos de su obra Los Carpinchos a la editorial venezolana Ekaré y a la francesa Didier Jeunesse.

Soderguit considera que dar continuidad a la presencia en este tipo de eventos y mercados “tiene un efecto acumulativo que es fundamental”, y no sólo de aprendizajes, sino también de resultados directos. “Claro que esto depende de la experiencia previa, sino es siempre como empezar de nuevo. Es fundamental tener un proyecto, salir a ofrecer algo concreto y  no a explorar”, evaluó.

“Para el proyecto que presenté en 2019 hice un análisis más enfocado en las editoriales a las que les podía gustar mi trabajo, a modo de no gastar tiempo y energía en entrevistarme con editoriales que no fueran potenciales interesadas. Hice una selección y me dirigí a eso”.  A diferencia de 2017, cuando solicitó 70 citas, en 2019 coordinó 10 con posibles compradores, de los cuales por lo menos siete le pidieron el proyecto. De esta manera pudo elegir la mejor propuesta.

Ilustraciones de Alfredo Soderguit.

Los Carpinchos es un cuento en clave de fábula con una narración bastante sencilla  aunque con bastante despliegue visual a nivel de la ilustración, un tanto naturalista. Trata sobre inmigraciones forzosas: una familia de carpinchos se escapa de la temporada de cacerías, igual que una familia siria que escapa de la guerra. Los carpinchos se van por un río y llegan una orilla donde hay un gallinero en el que se refugian”, contó Soderguit y aclaró que a  pesar de tener un “desenlace utópico”, la historia muestra cómo los carpinchos deben enfrentarse a los límites que les ponen las gallinas, a cómo los ven.

Julia Ortíz, editora de Criatura, observó que participar en la feria es una excelente oportunidad para generar nuevos contactos y retomar el vínculo con otros. En 2019 previo a la feria coordinó diez citas y luego una vez que comenzó el  evento surgieron muchas más espontáneamente. A raíz de los contactos que obtuvo, Criatura Editores vendió los derechos de autor de la obra Grande.

Grande es el primer libro escrito e ilustrado por Pablo Choca, un diseñador del ámbito de la publicidad. “Es una de esas cosas que no pasan casi nunca, un completo desconocido nos mandó un manuscrito, nos encantó e hicimos muchos ejemplares. De hecho ganó el premio Bartolomé Hidalgo 2019, fue una sorpresa total por ser un autor de primera obra”, contó Ortíz.  

La editora resaltó el nivel de la ilustración uruguaya. “Está a la altura y puede competir con el resto del mundo”. Agrego además que la calidad de las ilustraciones uruguayas y la seriedad de sus propuestas es lo que llama la atención de las editoriales extranjeras.

La ilustradora Claudia Prezioso participó de la BCBF en 2017 luego de haber ganado el Premio Nacional de Ilustración, que consiste, en parte, en presentar un proyecto en la feria. En su visita fue acompañada por las ilustradoras Sabrina Pérez y Laura Carrasco, que habían quedado en segundo y tercer lugar respectivamente. Las tres ilustradoras, junto a Dani Scharf y Fran Cunha formaron la delegación uruguaya de ese año.

Ilustración de Claudia Prezioso.

La forma de volver a Bolonia en 2019 fue a través del catálogo de oferta exportable, algo que permitió que una editorial italiana se interesara por su trabajo y comprara Ama, una obra que trata sobre el amor “representado por dos seres que se enamoran y recorren el viaje que comienza en ese instante en que dos miradas se cruzan y empiezan a construir un mundo de fantasías”.

“En el caso de la ilustración, en el exterior se está viendo a Uruguay como un lugar de frescura en comparación con la ilustración europea. Hay un costado nuestro más original que les parece atractivo” a las editoriales extranjeras, consideró Prezioso.

“Somos un grupo que viene trabajando hace mucho y eso se nota en la variedad de los trabajos. Recién se comenzó a dar más interés a la formación de ilustración, pero los ilustradores de antes venimos experimentando cada uno de manera autodidacta y eso hace que se desarrollen distintos perfiles. En Uruguay hay una libertad que está bueno aprovechar”, subrayó.


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